La economía española aceleró en 2024, creciendo un 3,2% en un año de luces y sombras: creación de empleo, inflación contenida y un entorno internacional estable, aunque salpicado de incertidumbres geopolíticas. En este escenario, la Región de Murcia destacó especialmente, con un crecimiento que podría haber rondado el 3,5% según las primeras estimaciones de AIREF. Es una cifra que supera las ya positivas previsiones que se habían realizado a mediados de año y que la posicionan como una de las autonomías más dinámicas, por encima de la media nacional y europea.
Por sectores, el agrícola enfrentó desafíos climáticos que afectaron a ciertas producciones locales y mermó algunas cosechas, mientras la ganadería y la pesca remontaron. La industria, tras un año de vaivenes, cerró en positivo. En construcción, la compraventa de viviendas alcanzó su techo en quince años, aunque la obra pública, todavía en niveles elevados, perdió algo de impulso. El sector servicios se mantuvo al alza, con el turismo y el transporte como protagonistas.
Las perspectivas para 2025, sujetas a un contexto de gran incertidumbre, apuntan a un crecimiento de más del 2% según diversos servicios de estudio, superior a la media. En este sentido, resultará de vital importancia que se adopten en la región las reformas estructurales que determinados sectores requieren, como la materialización de los planes industriales y de turismo.
Sin dejar a un lado la eterna demanda de solución al histórico problema de infrafinanciación que sufre la Región, acompañado de una gestión responsable donde los niveles de deuda sean sostenibles. .